Finalizó la ida de las semifinales de la Champions League, y lo hizo con idéntico resultado en ambos partidos, 0-2.
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Messi en el primer gol culé |
El clásico dejó mucho que desear en cuanto a juego, pero no defraudó en cuanto a tensión y polémica. Se está convirtiendo en rutina que los Madrid - Barça acaben con uno de los dos llorándole al árbitro. En mi opinión, ni uno ni otro sabe verdaderamente lo que es que le roben el partido. Que le pregunten sino a Levante, Almería, Málaga... o cualquier equipo pequeño de nuestra liga. Equipos que jornada tras jornada ven como decisiones puntuales hacen que la balanza de aciertos se desnivele "sospechosamente" hacia el lado del equipo grande. Pero claro, eso no le interesa ni a Marca, ni a As, ni a Mundo Deportivo, ni a Sport. Ellos simplemente se fijan y ponen el grito en el cielo cuando en uno de cada cinco partidos el árbitro se come un penalti a favor del Madrid o no anula un gol en contra del Barça.
Perdonad toda esta parrafada, pero esque ya me cansa el lloriqueo contra el árbitro en clubes cuyo presupuesto debería ir mucho más allá de una decisión arbitral.
En cuanto al partido, ¿qué decir que no sepáis? El Madrid volvió a ser el del partido de liga y planteó un encuentro ultradefensivo. No fue el equipo que vimos en la final de Copa del Rey que defendía a muerte y además salía a las contras. El Madrid de ayer no era capaz de dar más de dos pases seguidos, jugó al pelotazo en busca de un Ronaldo que se desesperaba al verse absolutamente solo entre tanta defensa blaugrana.
Muy buen planteamiento de Pep, que optó por abrir un poco más el campo y le dio resultado. También influyó que no se jugaban todo en 90 minutos, sino que quedaba la vuelta en el Camp Nou, por lo que se vio un Barça más pausado y tranquilo, aunque le costaba un mundo llegar hasta la portería defendida por Íker.
Apenas un par de disparos a puerta en una aburridísima primera parte. Los dos por parte culé. Sin embargo, al cuarto de hora del segundo tiempo, todo cambió. Pepe hizo una fea entrada a Dani Alves. El portugués entró con los tacos por delante y le dió al balón, por lo que yo creo que fue sólo amarilla. Sin embargo, entre que la entrada en directo fue muy dura, que Pepe ya llevaba unas cuantas, y que Alves, en su línea, dio trescientas vueltas retorciéndose de dolor, Stark decidió expulsar al luso. A partir de ahí (y con expulsión de Mou de por medio) el conjunto blaugrana se encontró mucho más cómodo en el campo, con más espacios y con un Real Madrid cada vez más cansado debido a su inferioridad numérica. Esto lo aprovechó el de siempre, Leo Messi, que se internó en el área para rematar a la red un centro de Afellay (muy activo en los minutos que jugó) y luego hizo la jugada del partido y, probablemente, del año: se fue de toda la defensa blanca y le cruzó el balón a un Casillas que no pudo hacer absolutamente nada. Enorme el argentino en una galopada, una jugada y un golazo solo dignos del mejor jugador del mundo.
A priori se acabó la eliminatoria, sobre todo teniendo en cuenta las ausencias de Pepe y Ramos por parte del Madrid, pero como bien dijo Pep, no te puedes fiar.
Hubieron muchísimas cosas que no me gustaron del clásico, como las tanganas que se forman en cada falta que señala el árbitro o el planteamiendo de Mou (un equipo como el Madrid nunca puede ir a por el 0-0 en casa), la manera de fingir de jugadores como Busquets, Alves y Pedro (este último es nuevo en este club, los dos primeros estamos acostumbrados a verlos llorar en el césped) y, sobre todo, la rueda de prensa de Mourinho. El portugués habló en caliente y dijo cosas que no tenía que haber dicho. La UEFA le ha abierto expediente.
En la otra semifinal el Schalke perdió por 0-2 ante el Mancheter, y gracias. El partido fue un monólogo absoluto de los de Ferguson que solo se vio ensombrecido por un espectacular Neuer. Hasta siete paradas de mérito hizo el portero alemán. Sin embargo, no pudo con Giggs ni con Rooney y al final acabó encajando dos goles. Tanto da el cántaro a la fuente...
El Villarreal no pudo con Falcao |
En la Europa League el Villarreal tiene pie y medio fuera de la final tras caer goleado por 5-1 ante el Oporto. Una pena para los de Garrido que completaron una buena primera parte, llegando incluso a adelantarse en el marcador al filo del descanso con un buen gol de Cani. En la segunda mitad todo se torció para el submarino, y un penalti claro de Diego López hizo que Falcao anotara el primero de los cuatro goles que marcaría esta noche. A partir de ahí fue monólogo portugués. Muy mal la defensa del Villarreal y el equipo en general, que tuvo un bajón físico. Lluvia de goles, pero me gustaría comentar especialmente el cuarto gol del Oporto, donde vemos que entran hasta cinco jugadores totalmente solos a rematar un saque de falta ante la mirada de la defensa castellonense, que se quedó pidiendo fuera de juego y dejó rematar a placer a Guarín.
Una pena para el Villarreal, que en el descanso tenía pie y medio en la final, y al acabar el encuentro está prácticamente eliminado.
La otra semifinal terminó algo más reñida, 2-1 se impuso el Benfica al Sporting de Braga, por lo que habrá emoción en la vuelta.